miércoles, 14 de diciembre de 2011

De profesores, cantantes y maniobras. Italia y la Unión Europea

Hace mucho tiempo, no me sentaba a escribir, y digamos que la inspiración llegó gracias a un profesor de Comunicación Social que decidió renunciar a su trabajo por la ineptitud de sus estudiantes o, según otros, la de él. Dado que el tema ya ha sido largamente debatido por todas las redes sociales, no pienso sentarme a escribir sobre el asunto, de hecho sólo lo mencioné porque en algo el profesor sí tiene razón y es que la soledad le despierta a uno la creatividad, o al menos le hace dar ganas de sentarse a escribir en el blog, y es por eso que aquí estoy, en mi soledad, sentada escribiendo. Se supone que toca hablar de política, y en mi nuevo hogar aunque he tenido la oportunidad de ver las noticias de Colombia, he estado bastante alejada de lo que sucede por esos lados y me he visto inmersa en la política italiana, la cual está totalmente imbuida en la crisis económica del país y de la Unión Europea.
En los primeros días de mi llegada, me encuentro con la imagen de la Ministra del Wellfare llorando por la famosa "manovra", y específicamente por el duro golpe a los que esperaban pensionarse pronto y ahora van a tener que esperar entre 1 y 7 años más para pensionarse. Para muchos las lágrimas de Fornero son solo lágrimas de cocodrilo, mientras para otros como yo, una razón para tener un poco de fe en la política.

Mientras tanto los italianos deciden reducir los gastos en las compras navideñas y se lamentan porque ahora tendrán que pagar más impuestos y también pagar más por la gasolina que consumen, pero también se divierten riéndose de la situación viendo programas de humor, en los cuales personajes como Roberto Benigni los hacen reír de su triste historia, y de la difícil situación económica. Todo esto un día antes de que el Premier Monti apareciera en el programa de opinión más importante del país para darle la cara a los italianos (nada de alocuciones presidenciales). Mientras tanto, otras personas como yo vemos la situación desde lejos y nos damos cuenta que esto de la Unión Europea, es un invento incompleto en el que falta ajustar varios tornillos para que no haya un colapso total como le sucedió a la tarima del concierto de Jovanotti en Trieste que ocasionó la muerte de un joven y la cancelación del tour del más importante artista italiano del momento. El punto es que la Unión Europea pensó que bastaba con tener una moneda en común para asegurar su solidez y Grecia, y ahora Italia, son el vivo ejemplo de que así no eran las cosas.

Ahora Francia y Alemania se unen para liderar el plan de una nueva Unión Europea que claramente necesita ajustes, pero los demás países ven claramente que son unos jugadores secundarios en la toma de decisiones, y aunque a nosotros los politólogos nos enseñan que el sistema internacional es un sistema anárquico dónde no hay un estado o un nivel jerárquico superior a todos los estados, es claro que en la realidad este no es el caso, y un ejemplo de ello no sólo lo es la superpotencia de Estados Unidos, sino lo que estamos viendo actualmente en la Unión Europea, donde Francia, pero principalmente la Alemania de Merkel son los que deciden sobre el resto de países, por lo que Italia se apresuró a seguir los "consejos" de la Merkel y aprobar la maniobra financiera lo más pronto posible para no ser la culpable del desplome de toda la Euro-Zona y para poder ser escuchada por la Unión Europea.

Entonces, digamos que ahora se supone que Italia ya no es un problema para la economía de Europa, o al menos está haciendo las cosas para no serlo, pero se convirtió en un problema para los ciudadanos italianos más vulnerables, que ven disminuir su calidad de vida y que además de todo se quejan de la corrupción y del gran problema de la evasión de impuestos. Los sindicatos hicieron una huelga de 3 horas el pasado lunes, los transportadores al parecer van a hacer otra en los próximos días al igual que los farmaceutas. Mientras tanto capturas de mafiosos, y operativos contra la mafia, pero los italianos parecen ver venir unos días bastante duros en su vida cotidiana, todo para que las nuevas generaciones no terminen literalmente en la calle.
Lo único que se puede hacer entonces es amarrarse los pantalones, comprar menos regalos de navidad y pensar en dejar el carro o la moto en la casa.